Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa bajo el sol:

un tiempo para nacer y un tiempo para morir, 

un tiempo para plantar y un tiempo para arrancar lo plantado;

un tiempo para matar y un tiempo para curar,

un tiempo para demoler y un tiempo para edificar;

un tiempo para llorar y un tiempo para reír,

un tiempo para lamentarse y un tiempo para bailar;

un tiempo para arrojar piedras y un tiempo para recogerlas,

un tiempo para abrazarse y un tiempo para separarse;

un tiempo para buscar y un tiempo para perder,

un tiempo para guardar y un tiempo para tirar;

un tiempo para rasgar y un tiempo para coser,

un tiempo para callar y un tiempo para hablar;

un tiempo para amar y un tiempo para odiar,

un tiempo de guerra y un tiempo de paz.

Acá es donde me siento fuera de lugar. No formo parte de esa historia, simplemente. Es inexplicable la sensación que me agarra en el pecho cada vez que leo eso. Es muy raro, porque es como si ya formara parte de mi eso, y a la vez me siento totalmente desubicada en tiempo y espacio. Tengo miedo de decir las palabras incorrectas en el momento incorrecto. 
No se muy bien a veces que hacer o qué decir, cómo manejar la situación o por qué estoy yo acá y ahora, para él. Lo único que sé es que sentir que se 'refugia' en mí o que siente la confianza como para hablarlo conmigo, me hace sentir parte. Y lo hago mucho más que por amor. 

¡Que difícil es crecer! 

Vi en el tantas imperfecciones, y ahí estaba su encanto, en cada acción mal planeada, en cada gesto torpe. Ahí estaba todo de él y eso fue lo que más me gustó.

-Te estoy diciendo que te veo venir y quiero que lo sepas. No has engañado a todo el mundo. Voy a averiguar qué tramas y te dejaré al desnudo.

-Es lo que más deseo.

''Siempre que halle tu mano algo para hacer, hazlo con todas tus fuerzas'' 

Somos auto destructivos. Es así de simple: más allá de las críticas ajenas, tanto constructivas como destructivas, nosotros tenemos nuestra propia critica, y a partir de ella elegimos qué creer y qué no o que tomar y que dejar respecto de las cosas que los demás puedan llegar a decir de nosotros. 
Son nuestras propias críticas las que nos destruyen de a poco, y decir que determinada persona dijo algo de mi y por ese motivo reacciono como lo hago es sólo un sistema de defensa, sólo eso. 
Nuestra misma mente nos maneja, nos lleva a hacer cosas que antes juramos nunca hacer. 











''Los monstruos son reales, 

los fantasmas son reales también,

viven dentro de nosotros y a veces, ellos ganan.''

Hace mucho no escribo, y me parece un buen momento para hacerlo. 
Feliz cumpleaños a los dos. Hoy estarían teniendo 88 y 95 años. 
No aguantaron ni dos semanas separados, creo que lo que los mantuvo tanto tiempo unidos y con fuerzas para seguir el uno por el otro fue el amor incondicional que siempre se tuvieron, incluso hasta el último día de sus vidas. 
Espero estén descansando en paz, realmente se lo merecen ambos por las excelentes personas que fueron. 
Sara y Alberto, siempre presentes. 
Los amo.