Temiendo ser peor, temiendo ser mejor, temiendo al fin, siempre temiendo.
Viviendo en el ayer, aletargando el hoy.

Todo este tiempo me banque ciertas cosas que me pegaban porque creí que estaba bien hacerlo. Hoy me dí cuenta de que necesito estar bien yo para hacerle bien a alguien. Entiendo la situación, me pongo del lado de los dos y entiendo que los dos la sufren, de distinta forma pero la sufren, es lógico. También entiendo que esto de que otros se metan y traten de crear cierta rivalidad entre nosotras, a ella también le jode. Yo simplemente creo que llegue hasta acá por algo, a veces tengo ganas de bajarme del tren y parar con todo, pero si no lo hago es porque creo que el me necesita más que nunca en esos momentos. ¿Sabes qué? creo que ella lo necesita más que yo. Es fuerte, pero es así. Me siento perdida.

Quiero estar para siempre con vos.

Para siempre es hoy.

No podes hacer realidad tus sueños si no crees en ellos.

Somos una casualidad llena de intención

Te necesito para sentirme yo y sentir tu verdadero vos. Para sentirme fuerte y protegida. Te necesito para saber que vale la pena luchar y seguir por algo. Te necesito para sentirme segura. A veces me cuesta un poco demostrarte lo mucho que te quiero, lo importante que sos para mi y lo mucho que valoro que estés al lado mio. Pero quiero que sepas que por más que no lo diga, lo siento. Siento que te amo, que con vos aprendí a ser fuerte porque siempre estas para decirme 'Milu, no te quiero ver mal, te quiero ver bien, feliz' y ahí es cuando me doy cuenta de que no vale la pena llorar teniéndote a vos al lado, a vos que me haces tan feliz. Te doy las gracias infinitamente por hacerme sentir tan bien, por bancarme las pelotudeces, por soportarme día a día básicamente. 

No tiene sentido, aún así lo deseo.

Tristeza, dolor, llanto. Poco a poco desaparecen, no se como, no se por que, pero por algo esto soluciona todo, solo por un momento me relaja. Vuelvo a la realidad, todo sigue como siempre, solo una cosa cambió, nuevas cicatrices en mi piel. Vuelvo a sentir tristeza.

¿Cómo controlarme?. Creí haberlo superado. Lo único que me mantiene fuerte y evita que lo haga es el hecho de haber prometido no hacerlo.

Si, el deseo volvió.