Aquella fue la primera vez que sentí la urgente necesidad de que el mundo se detuviera hasta que yo pudiera comprender lo que estaba sucediendo. 

-¿Lo quieres?

-No, lo amo.

-Y, ¿cómo sabes que lo amas?

-Si me toca, el corazón se me acelera. Si me habla, me saca una sonrisa. Porque me despierto cada mañana con ganas de acostarme de nuevo para volver a soñar que el está a mi lado. Porque si me besa, me hace alcanzar el cielo. Porque apareció de repente y poco a poco, se convirtió en mi vida. Por eso sé que lo amo.

Un amor sin ataduras, un amor sin promesas, sabe que podrá marcharse. Pero jamás querrá irse.

Creo que necesito hablar de algo. 
Estoy acumulando mochilas ajenas que nunca pensé que iba a tener encima. Sinceramente me afecta bastante porque me siento muy en el medio de la situación, algo así como un estorbo se podría decir. 
Estoy soportando varias cosas que otra persona en mi lugar creo que no las soportaría  por el simple echo de sentirse un ''obstáculo'', solo eso. Supongo que sigo poniendo el hombro y el oído porque básicamente de eso se trata, de apoyarlo en todo, y porque me hace bien en parte saber que al menos conmigo tiene contención.
''Todavía tienen cosas pendientes'' nunca me olvidó de haber dicho eso. No estaba tan equivocada. Y así y todo me parece re lindo que estas cosas pasen, porque como siempre, no pienso en mí sino en ellos y está buenísimo que tengan esos pensamientos hacia ellos.
Un estorbo, una compañía, una contención... No se muy bien que soy, pero me gusta serlo.

Desear no es querer. Se desea lo que se sabe que no dura. Se quiere lo que se sabe que es eterno.