Pienso, luego existo.

Los días como éste me incitan a pensar. Pensar en lo que fui, lo que soy, lo que voy a llegar a ser y en lo que me encantaría ser y veo tan lejano e imposible de lograr. Pienso un poco también en las cosas que debería hacer y las que no, las cosas que perdí por miedo a perder, las cosas que gané y tanto valoro. Hay tantas cosas perdidas que me encantaría devolver al presente, tanto mías como ajenas a mí; porque pienso en el futuro del poseedor de lo perdido, en esa parte de su felicidad que se fue junto con eso que perdió y me encantaría que estuviera acá. Pienso en las cosas que me pasaron durante toda mi vida, tanto lindas como dignas de olvidar, porque suelen ser más daños que años. 
Olores, sabores, colores y hasta canciones, nos llevan a algún recuerdo. A mí particularmente 'Still loving you' es un tema que adoro escuchar porque me recuerda a la Nona, el olor a tabaco me recuerda a mi otra abuela, los barcos de juguete me llevan a pensar en mis primitos, Metallica es una banda que siempre me hizo recordar a mamá tanto como JAF me hace pensar en papá, los mates me recuerdan a mis amigos y Los Redondos tanto a mi novio como a mi primo. 
Siempre estuvo el deseo de escribir un libro y aprender a tocar varios instrumentos, eso es justamente lo que me encantaría ser y veo tan lejano por el simple hecho de no sentirme capaz para lograrlo. 
El recuerdo que tengo de mí misma es siempre el mismo: no solía llorar mucho y menos en frente de otras personas, siempre mantenía una sonrisa de oreja a oreja aunque no hubiera felicidad en mí, trataba de hacer reír a otros y lloraba con el que lloraba, me la pasaba hablando y encerrada en mi mundo de libros y música, el único lugar que me daba paz era mi imaginación. Eso es lo que fui, lo que soy y lo que quiero seguir siendo.